Me gustaría saber en este asunto qué actividades y cometidos desempeñan la Embajada española en los EEUU, los consulados así como el Instituto Cervantes.
Es frecuente escuchar hablar del siglo perdido en ambientes culturales anglosajones norteamericanos para referirse al espacio temporal que cubre entre la llegada de Colón, hoy recordado exclusivamente como una festividad italoamericana, en 1492, y la arribada y fundación de los Peregrinos en 1622, olvidando que las dos primeras Acciones de Gracias, Thanksgiving Day, de los EEUU de América fueron celebradas en Florida, en 1565, por el capitán general y gobernador Pedro Menéndez de Avilés, y en Nuevo México, en 1598, por Juan de Oñate, coincidiendo en ambos, por su doble condición de capitán general y gobernador, ser el antecedente más antiguo de la Guardia Nacional de los EEUU.
Por una parte es cierto, pues incluso la Hispanidad tiene enemigos en España, que la moda actual en los EEUU de América es borrar a Colón del mapa, moda que se extiende por algunos países hispanos en los que estatuas de fundadores han sido arrancadas de sus pedestales. En los EEUU el fenómeno se repite desde lugares tan distantes y diferentes como Vermont, donde los anglosajones no dejaron prácticamente ni un indígena, así como en sus Trece Colonias, hasta Arizona donde el porcentaje nativo es más elevado. Llegando incluso a San Diego donde el descubridor, naciera donde naciera, Rodríguez Cabrillo, natural de Palma del Río, descubrió aquella bahía por designio de los Reyes de España. En cambio desde hace años que Portugal se lo atribuyó y hoy se celebra una fiesta en honor a su colonia portuguesa de esa ciudad organizada por su consulado.
La ignorancia es incompatible con la libertad y la mejor herramienta de la esclavitud.
Es curioso que nadie bromee con la llegada de los peregrinos, ni con la reclusión de los nativos en reservas ni con el itinerario criminal, conocido como el Sendero de las Lágrimas, hasta su reclusión en tierras olvidadas para despojarles de las suyas.
En cambio se bromea cada vez que se acerca el 12 de octubre, celebrado como Columbus Day o Día de Colón, cuando se invita a celebrar esta efeméride entrando en la casa de un vecino con una bandera, plantándola en medio de su salón y dar por descubierto y conquistado ese hogar.
Chistes aparte, esa jornada sirve en los EEUU, sin que España haga ni diga nada, desde hace décadas para reivindicación y autoafirmación de las comunidades italoamericanas, simplemente por el supuesto origen genovés del almirante, sin que nadie reivindique las motivaciones de los Reyes Católicos ni mucho menos el testamento de la reina Isabel en defensa de los pueblos nativos y su reconocimiento como individuos libres. Por el momento se extiende por los EEUU un movimiento que defiende la abolición de la festividad, imaginamos que movidos por círculos anglosajones dado que en muchos estados poblados por sus descendientes no quedan prácticamente nativos que puedan reivindicar nada pues con la expansión de los pioneros fueron brutalmente exterminados.
Los padres fundadores reconocieron a Colón desde el siglo XVIII y así está esculpido en el Capitolio. Sería Roosevelt quien impulsó la celebración oficial 1937, y a partir de 1971, Johnson aprobó trasladar la festividad al segundo lunes del mes de octubre, aunque ya en 1892, durante el IV Centenario del Descubrimiento, el presidente Harrison ya señaló la relevancia del 12 de octubre.
Últimamente, dentro del revisionismo reinante, se pone el acento en el “genocidio” de los pueblos nativos y en la llegada de esclavitud. Son especialmente significativas y desacertadas las declaraciones, del pasado 7 de octubre, del ZP mulato, Barack Obama, no por lo de mulato sino por lo de ZP quien aunque insta a la nación a rememorar “el espíritu del legado que Cristóbal Colón”, subrayaba, pleno de ignorancia supina, «que se trata de una fiesta sobre todo para los ciudadanos de ascendencia italiana» pues «aunque partió de la costa de España, sus raíces remontan a su lugar de nacimiento de Génova. Los lazos entre Italia y los EEUU no podrían ser más fuertes de lo que son hoy”, para a continuación, dando una de cal y otra de arena afirmaba seguidamente que “hay que reconocer el dolor y el sufrimiento de los nativos que habían residido mucho tiempo en esta tierra antes de la llegada de los europeos”.
Algún líder indígena norteamericano pone énfasis afirmando que la celebración actual «es claramente errónea, por su legado de genocidio de los pueblos indígenas, perpetuando el racismo y el mito de que estas tierras estaban vacías y a la espera de ser ‘descubiertas’ por los europeos, e ignorando intencionalmente el inmenso sufrimiento de millones de personas que fueron asesinadas, esclavizadas y violadas y su heroica resistencia al colonialismo». En su opinión, sería «un paso simbólico pero significativo en el tratamiento y la reparación de los siglos de opresión que hemos enfrentado». Incluso proponen cambiar el sistema educativo para «detener el daño que hace a nuestros hijos que se exalte a Colón». Por su parte, una señora llamada casualmente Laura «Medina», estudiante de la Universidad de Arizona y activista contraria al Columbus Day, participó en el pleno municipal de Phoenix donde también se eliminó la referencia a Colón. «Es importante reconocer a los pueblos originarios de esta tierra, algo que va en contra por completo de lo que representa Columbus Day”, dijo a The Arizona Republic.
En Denver, establecido el Día de los Pueblos Indígenas a través del concejal impulsor de la medida Paul «Lopez», quien afirmó a la CNN que “con demasiada frecuencia, las contribuciones de los pueblos indígenas no se reconocen en los libros de texto sobre historia, distorsionándose así cómo se pobló EEUU”. Con este cambio, a su juicio, se pretende “reconocer las contribuciones de los pueblos indígenas a la ciencia, la filosofía, el arte y la cultura estadounidenses”, al tiempo que se busca «unificar las comunidades y llamar la atención sobre la lucha continua de los pueblos indígenas”.
Pero no todos en EEUU están de acuerdo con esta corriente. El Ayuntamiento de Cincinnati rechazó este pasado miércoles una proposición en este sentido, por cinco votos a cuatro. Y la capital de Ohio, por ejemplo, se llama Columbus, nombre que también identifica a universidades e institutos por todo el país. Por otro lado mientras algunos grupos consideran a Colón como el responsable del genocidio de millones de indígenas, otros recuerdan de forma torcida que encarna «la herencia italo-americana» y «el principio del intercambio cultural entre América y Europa», según destaca la Orden de los Hijos de Italia en Estados Unidos.
Es lamentable que en Siglo XXI todavía se intente juzgar a personajes como Colón o Juan de Oñate con parámetros éticos actuales lo cual sólo puede ser fruto de una pseudointelectualidad. Laorejadejenkins.es/…/la-gran-mentira-de-la-esclavitud-y-el…
Los italianos en los EEUU viven el 12 de octubre como algo propio. No en vano, la primera celebración del Día de Colón registrada en EEUU fue en Nueva York en 1792 en honor a la herencia italiana de los inmigrantes, sin olvidar que este festivo coincide con la culminación del Mes de la Herencia Hispana en EEUU, que se desarrolla del 15 de septiembre al 15 de octubre, y coincidiendo con la Fiesta Nacional de España. Organizaciones españolas apoyan la celebración de Columbus Day, desfilando en este acto con la bandera nacional y realizando una ofrenda floral frente a la escultura del considerado únicamente como un italiano nacido en Génova. Las autoridades diplomáticas españolas, cada 12 de octubre, organizan una recepción para la comunidad española, invitando a personalidades del Congreso, el Departamento de Estado, la Casa Blanca y del Ejército estadounidenses.
Lo cierto es que, aún hoy día, hay una batalla abierta en la interpretación de este episodio histórico, sin que al parecer las autoridades españolas tomen ninguna medida, empezando por las de tipo didáctico aclarando que desde la llegada a tierras americanas, y en virtud de nuestra condición de reino católico, clave en la consiguiente relación con los nativos, y del impulso de nuestros religiosos y teólogos, fueron los españoles quienes dictaron normas, leyes y decretos oficiales que protegían a los indígenas de cualquier abuso, desde las Leyes de Burgos de 1510 hasta las Leyes de Indias, pasando por la propia Reina Isabel la Católica quien tras el primer viaje de Colón, dejó claro que los nativos no debían ser considerados esclavos, ni siquiera gentes colonizadas, sino súbditos de pleno derecho de la Corona Española, como habitantes de las nuevas provincias recién descubiertas, y como consecuencia de ello sería reconocida antes la nobleza de los jefes nativos que la de los que fueron a ganarla a América.
Ni que decir tiene que no hay comparación entre la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (1803-1814) y el hecho de los traslados forzosos sin abrigo ni alimentación adecuada de miles de nativos conducidos a pie a las reservas para poder entregar sus tierras a los colonos recién llegados. En 1763 el jefe militar británico de Pensilvania ordenó que se enviaran a los indios mantas que habían sido infectadas deliberadamente de viruela.
Cualquier proceso histórico conquistador o colonizador conlleva el uso de la violencia, entre los pueblos indígenas incluidos. Si nos ponemos así, el Imperio Romano invadió y conquistó España desde el siglo III A.C., arrasando y aniquilando a los pueblos nativos celtíberos, lusitanos, astures, vascones o cántabros, y hoy día sólo a un listillo con pocas luces se le ocurriría afirmar que Roma es la culpable de “la aniquilación de España”, del “sometimiento injusto” y del «genocidio» de los pueblos ibéricos, pidiendo una reparación moral y económica a Italia.
En cambio los españoles tenemos una deuda permanente con Roma por habernos dejado un legado inigualable tras su paso, el Derecho, base de la cultura occidental, latinizándonos y regalándonos su influencia y su organización acabando con la tribalidad, a la que estamos retornando, y dando una visión de conjunto que se llamó Hispania. Es lo mismo que sucedió en lo que se refiere a la transmisión e intercambio de riqueza a América tras nuestra llegada naciendo una cultura mestiza, un barroco inigualable en todos los aspectos del arte, arquitectura, música, pintura, escultura, artesanía…
La diferencia, estriba en que el Imperio Romano no tuvo una leyenda negra, a excepción de las simpáticas historietas de AsteriX y Obelix, en cambio a lo que España se refiere, se trató de diezmar la legitimidad y grandeza incontestable del imperio español mediante la imprenta hasta que con la emancipación Inglaterra y otras potencias se apropiaron del mercado americano esclavizando a los pueblos indígenas mediante los criollos. Esa es la triste realidad.
La paseata 
La conquista de América fue con sangre y fuego.
Lo mismo que la religión
Nos atacaron por codicia.
Y muchos se olvidan que Colón terminó preso y encadenado.
Caro que después de viejo mendigaba en las esquinas.
Un abrazo.